Reflexión: URGE INDEXAR EL SALARIO

 Reflexión: URGE INDEXAR EL SALARIO 

Si utilizamos como marco de referencia, la devaluación del tipo de cambio oficial, como medida para determinar el incremento inflacionario con la consecuente pérdida del poder adquisitivo del salario, entonces se puede concluir, que los venezolanos hemos perdido aproximadamente el 22% del poder adquisitivo asociado al último incremento salarial, otorgado el pasado 1/02/2022, de un salario mínimo integral de 160 Bs.  El tipo de cambio oficial, al 1/02/2022, era de 4,54 Bs/$ y al día de hoy, 19/6/2022, es de 5,47 Bs/$.  Esto a las claras demuestra que se siguen repitiendo las consecuencias de una economía volátil  afectada seriamente por la variable de la especulación del tipo de cambio, entre el mercado paralelo y el oficial. En este sentido, cualquier ajuste salarial se continuará desvaneciendo al poco tiempo, si no se corrige de raíz el verdadero problema que afecta nuestra economía y que se ha convertido en un círculo vicioso recurrente. Esta realidad, en mi opinión, estará propiciando un escenario devastador, al combinarse dos variables contradictorias: inflación y recesión económica, lo que se conoce en términos económicos, como ESTANFLACIÓN. 

Esta realidad cíclica, que se ha vivido en los últimos años, acumulará  un importante deterioro y descapitalización del aparato productivo. Para muchos, la inflación proyecta un espejismo en el que pareciese aumentar los ingresos de las empresas, pues erróneamente, sólo observan reflejado el incremento en volumen monetario, sin embargo, la realidad es que cada vez se vende menos en términos de unidades. Esto hace vulnerable a las empresas, pues sus ingresos no les son suficientes para cubrir sus costos operativos y, en el mejor de los casos, sólo limitará sus expectativas de crecimiento. Quiénes tengan mayor fortaleza financiera, tendrán más esperanza de vida y terminarán subsistiendo, gracias a que se beneficiarán de captar el segmento del mercado que ya no será atendido cuando la competencia sucumba a la crisis.

La solución ideal, es mi parecer,  pasa por una fórmula que incluya, no sólo medidas para controlar la inflación y activar el aparato productivo, sino además, proteger el poder adquisitivo del trabajador, y esto, sólo será posible INDEXANDO EL SALARIO. 

Desde febrero de 2018, nació oficialmente el PETRO, desde entonces comienza a construirse toda la plataforma para darle viabilidad, sostenibilodad y utilidad como unidad de cuenta e instrumento de pago. La tarea no ha sido fácil, pero desde el silencio se ha avanzado de manera importante a lo que sería el punto de partida para pluralizar su uso y lograr de esta forma, convertir esta moneda virtual en un instrumento de intermediación financiera en todos los niveles de comercialización. Una vez concluida esta etapa, el reto planteado es aumentar el flujo monetario que circula en la economía y esto, se ha de lograr desde varias fuentes, una, otorgando créditos y, la otra, otorgando sueldos y salarios en petros. En este punto, cabe preguntarse, por qué no se ha concretado un ajuste salarial honrado en petros. Desde hace un tiempo, se asoma la intención del gobierno de ofrecer pagos en petros, el problema radicaba en que para el Estado no era una opción racional pagar sueldos indexados cuando sus ingresos presupuestarios no estaban indexados, razón por la cual, no se ha concretado dicha propuesta. Ahora es evidente, que esta debilidad ha sido subsanada y todas las fuentes de ingresos públicos están vinculados al Petro, por lo que cada vez, los ingresos del Estado aumentarán según se comporte el valor del Petro, el cual está vinculado a la tasa de cambio oficial referenciada por el Banco Central de Venezuela. Resulta obvio que llegó el momento de dar el paso siguiente para que el próximo ajuste salarial sea decretado en petros o en una combinación entre petros y bolívares digitales. Con esta medida, no sólo se estará protegiendo el poder adquisitivo de los trabajadores por el nuevo incremento salarial, sino se iniciaría una nueva realidad en la que se debilitaría el mercado cambiario paralelo.

Por los argumentos que he compartido y mantenido a lo largo de estos últimos años, estoy convencida plenamente, que la implementación definitiva del Petro es clave y decisiva para la solución radical al problema de raíz, el cual ha distorsionado significativamente nuestra economía. Su implementación será el inicio de un cambio favorable para la realidad de todos los que participamos en la economía venezolana.

A pesar de los momentos difíciles, donde pareciera no haber una solución, sigo apostando porque las bendiciones de Dios, han de alcanzar a todos los venezolanos de buena voluntad que siguen luchando y apostando por nuestro querido país. No debemos perder la fe y la esperanza por la seguridad de que habrá un mejor futuro para todos nosotros.

Antonina Módica Milo

19/06/2022