POR QUÉ EL DOLAR ES EL MOTIVO DE NUESTROS PROBLEMAS

Todo empezó al inicio de periodo constitucional donde el presidente Hugo Rafael Chávez Frías,  producto del clima político y de la desconfianza que se fue sembrando por un discurso agresivo en el que la palabra "EXPRÓPIESE" fue utilizada alegremente; fue allí que empezó la paranoia y todo aquel que tenía ahorros en bolívares buscó proteger su capital comprando dólares a través de la oferta del BCV. Ello conllevó a que las reservas internacionales del país descendieran a niveles críticos, lo que se conoce como fuga de capitales. Ante esta situación, el entonces gobierno de turno, así como lo hubiese hecho cualquier otro gobierno, recurrió a la implementación de un control de cambio como mecanismo de contención para controlar la avalancha de demanda de divisas que estaba comprometiendo las finanzas públicas y la estabilidad política del entonces gobierno. Cabe señalar que, en nuestro país, esta fue la cuarta oportunidad en la que se implementaba este mecanismo y que según las experiencias pasadas, vislumbraba para muchos la gran oportunidad para enriquecerse de las distorsiones que se generan por su naturaleza misma.

A lo largo de todos estos años, muchos se han beneficiado de las distorsiones del mercado cambiario y muchos han sido los negocios atractivos entorno a las oportunidades, así como la corrupción ha alcanzado los mayores niveles de toda la historia precedente. Los cupos de asignación de dólares preferenciales, en especial los de la época de Cadivi, fue la oportunidad para que muchas personas y empresas de maletín, tanto partidarios como críticos del gobierno, materializarán sus oportunidades de negocio y se enriquecieran fácilmente. Lamentablemente los pueblos olvidan su pasado, por eso están condenados a repetir las historias.

El común denominador entre el control de cambio y las políticas de controles de precios es que en ambos casos se gestan mercados negros en el que la escasez es el condimento fundamental; es así como se instaló en la idiosincrasia de los venezolanos la manera de hacer negocios por la vía rápida y fácil aprovechándose de las debilidades y distorsiones del sistema.

En resumen, en mi opinión el amor al "Dólar" ha despertado las miserias humanas en este país. Por una parte nuestros gobernantes no terminan de tomar decisiones coherentes para eliminar estas distorsiones y recuperar la soberanía nacional, hoy día supeditará en materia económica a la moneda del país quien en todo este tiempo denominaron como su gran enemigo "EEUU". Y peor, por otra parte, existe una fuerza generada por buena parte del pueblo que concentra sus energía en la expectativa de que el bolívar se devalúe para que el dólar aumente su valor, no siendo consientes que la inflación siempre solapa la devaluación, por lo que progresivamente todos vamos perdiendo poder adquisitivo.

La avaricia despertada en nuestro pueblo es tal que somos la única economía del mundo que presenta inflación hasta con los bienes valorados en dólares. Definitivamente, las teorías económicas han de ser actualizadas agregando el comportamiento de la economía según la experiencia venezolana. El argumento es simple, cada vez que el tipo de cambio hace que el bolívar se sobrevalue con respecto al dólar, los comerciantes suben el precio en dólares para garantizar obtener la misma expectativa de ingresos en bolívares; no obstante, cuando en lo sucesivo el bolívar se devalúa estos comerciantes no hacen el ajuste inverso por lo que los precios en dólares van creciendo constantemente. Por otra parte, la falta de controles y el aprovecharse de las necesidades de los consumidores hace que los comerciantes asignen precios en dólares muy por encima de los que esos productos se valoran a nivel internacional, pretendiendo un margen de ganancia muy por encima de los que se manejan en el resto de mundo. Todo un rendimiento atractivo para los negocios de gran auge y proliferación en estos últimos años, los bodegones.

Narrando este breve relato que resume la tragedia de nuestra historia, creo que queda claro que el amor por el dólar es la razón que motivó y dio lugar a todas las desgracias que esta padeciendo el pueblo venezolano, en especial aquellos que no tienen la buena fortuna de percibir ingresos y/o remesas familiares el dolares. Me pregunto si de verdad queremos un cambio por el bien común a pesar de que ello signifique perder los beneficios y privilegios que significa este perverso sistema que se sostiene porque nuestros gobernantes se resisten a eliminar radicalmente el control de cambio.

Antonina Modica Milo

26/02/2021