1. REFLEXIONES PARA NUESTROS GOBERNANTES (19/08/2018)

Señores Gobernantes… 

Han convertido la economía de nuestro país en un infierno, han corrompido a este noble pueblo, están matando de hambre a las familias venezolanas, han desterrado a mis hermanos compatriotas, han desnutrido a los niños que son nuestra generación de relevo; todo por hacer las cosas mal, o peor aún, por hacerlas con la intención de dominar al pueblo con limosnas que pretenden ofrecer sin cumplir a cabalidad. En mi opinión, han convertido al pueblo en esclavo de las dádivas para poder subsistir. Un hombre libre es aquel que con su esfuerzo y trabajo puede prosperar y sobre todo tiene la libertad de decidir que comprar, donde comprar y cuando comprar.

Las últimas medidas, pseudo económicas, han despertado a todos los demonios juntos. Gravísimo error, pretender que el poder adquisitivo se decreta, y menos, por parte de quien no genera ni inspira confianza. Es ingenuo pensar en derrotar el mercado negro de divisas con tan solo legitimar el Dolar Today, sin simultáneamente abrir un mercado oficial, donde confluyan libremente la oferta y demanda de divisas, generando estabilidad. No obstante, muchos han asumido que la mejor manera de generar riquezas es la especulación y el camino fácil. Es así, como los negocios del bachaqueo de cemento, harina de trigo, comida, medicinas, efectivo, gasolina en las fronteras y próximamente la gasolina en general, así como el gran negocio de las divisas, producto de la distorsión entre el mercado oficial del ficticio control de cambio y el mercado negro paralelo; representan la nueva estructura de negocio fácil, que genera mayor rentabilidad que cualquier otra opción que impliqué mayor esfuerzo y riesgo.

Señores del Gobierno, Ustedes reniegan de los empresarios y comerciantes formales, esos que generan empleos formales y pagan impuestos, inclusive los acusan de ser culpables de la presunta guerra económica, cuya génesis está en las erradas decisiones y medidas que ustedes han venido aplicando en estos últimos años. Han destruido el aparato productivo nacional obligando a que dependamos de productos básicos importados, permitiendo que esas importaciones se transarán a dólar negro; todo ello simplemente porque el país no tiene suficiente dólares y tampoco ustedes pueden generar divisas inorgánicas. Desde ese momento quedó claro que abrieron las compuertas a muchos demonios que ya ustedes no pueden controlar. 

Hoy, se ven obligados a tomar medidas radicales que desafortunadamente no fueron implementadas correctamente. Dice el señor Presidente que nadie debe aumentar los precios, a pesar de haber incrementado el salario mínimo de forma abismal (5.900%). Sin embargo, ustedes si decretan aumento del IVA pasando del 12% al 16%, incremento del débito bancario al 2% y de paso, pretenden cobrar por adelantado el ISLR para garantizar el flujo de caja, pretendiendo inocentemente que eso va a evitarles la tentación de continuar emitiendo dinero inorgánico. Es importante recordar que una de las causas que genera inflación es emitir dinero inorgánico (dinero que no está respaldado con el Producto Interno Bruto), ya que esta liquidez fantasma ejerce una presión en la oferta y demanda de bienes y servicios, razón por la cual los precios tienden a subir. Tendrá idea el pueblo venezolano que el más beneficiado de un proceso inflacionario es el mismo Gobierno ya que esta representa un incremento sustancial en la recaudación fiscal, por lo cual, la inflación es un mecanismo de financiamiento para ellos. Entendamos que si se decreta un incremento salarial, aplicado inclusive a la administración pública, y los precios de los bienes y servicios quedan congelados, entonces los ingresos del gobierno no serían suficientes para cubrir el pago de su nómina.

Señores del Gobierno, con este brutal incremento del salario mínimo han condenado a la quiebra a todas las empresas que quedaban en pie. ¿Por qué? Sencillamente, porque la deuda de prestaciones sociales es impagable. Más desempleo y, peor aún, menos interés de nuevos inversionistas honestos para la creación de nuevas empresas que generen nuevas fuentes de empleo. Ahora me pregunto, con menos empresas activas, cómo van a obtener suficientes ingresos por la vía de la recaudación fiscal para soportar el monstruo burocrático de la administración pública, sabiendo que las fuentes de ingreso petrolera ha mermado significativamente, aún cuando el nuevo tipo de cambio de BF. 6.000.000 (BsS. 60) va a representar un mayor flujo de caja en sus finanzas.

Estoy desmoralizada, porque como empresaria no encuentro las fuerzas para seguir adelante. Tenemos la responsabilidad de amparar y conservar las fuentes de empleo de nuestros trabajadores, a quienes agradecemos solidariamente por continuar acompañándonos a pesar de que sus ingresos no les permiten tener un poder adquisitivo digno. Hasta el presente hemos sobrevivido trasladando el costo a los precios de venta, viéndonos obligados a torturar, aún más, a nuestro pueblo. De corazón, lo llevo mal, muy mal. Sin embargo, me aferro a la verdad de saber que, a diferencia de otras formas de generar riqueza, nosotros estamos contribuyendo con nuestro país, ¿Cómo? Pagando impuestos y conservando el empleo formal de nuestros trabajadores. Por el contrario, muchos, desafortunadamente, no han entendido el karma que llevarán el resto de sus vidas cuando, para generar ingresos y resolver sus problemas personales, se han aprovechado de la necesidad y desgracia de su prójimo. Ese es mi concepto de quienes bachaquean, pues son "comerciantes informales” que no aportan nada a este país, más allá de satisfacer sus necesidades personales. 

Quiero saber qué persona que obtenga un margen de ganancia de más de 400%, por simplemente pasar un billete de una mano a otra mano, va a querer trabajar, esforzarse y arriesgarse para prosperar en armonía con todos los que les rodean. Y es justo eso, el esfuerzo y trabajo digno, es lo que honra a Dios y hace que un país progrese y que la riqueza se distribuya de manera justa, de acuerdo al esfuerzo y contribución de todos los que coexistimos y contribuimos con el aparato productivo.

Finalmente, ante la criminal distorsión del mercado negro de divisas, pasando de BF. 3.500.000, hace aproximadamente una semana a, hoy domingo 19/8/18 a las 4:00 AM ya superó los 10.600.000 BF (106 BsS); me niego a ser instrumento de la destrucción de un país; me niego a seguir trasladando la cruz a mi pueblo para poder sobrevivir y mantener a mis trabajadores, si prácticamente ya nos han quebrado con una deuda en prestaciones sociales que será impagable, a menos que se vendan los activos de la Empresa.

Sólo me queda decirles que la luz al final del camino sólo se puede ver cuando la oscuridad es total y se asoman las tinieblas. Dios misericordioso hará su obra pronto y bendecirá a este país con una gran oportunidad en la que espero regresen todos mis hermanos compatriotas y nos ayuden a construir el mejor país del mundo… VENEZUELA. AMÉN.

Soy una más de los venezolanos que le duele su país.

AMM.