4. REFLEXIONES SOBRE El CÍRCULO VIRTUOSO DE LA ECONOMÍA (23/08/2018)

Todo país fluye dentro de una economía la cual, si está bien gerenciada, debe servir como fuente generadora de riquezas. En esta economía participan cuatro actores principales: el Estado representado por los Gobernantes de turno, las empresas y comercios, los trabajadores y el pueblo. Todos éstos tienen un rol fundamental y deben engranar en perfecta armonía para garantizar el progreso y la prosperidad de un país. Es así, como los Gobernantes deben tomar decisiones acertadas en las que se generen expectativas positivas que inspiren confianza, de suerte que muchos inversionistas tengan interés en crear empresas y estas a su vez generen nuevos empleos. En este punto, hay que aclarar que el Estado no puede, por sí mismo, resolver todos los problemas de un país. Por ejemplo, no podría mantener a todos los ciudadanos, simplemente, porque no tendría los recursos financieros suficientes para asumir dicha carga. Particularmente, en el caso de nuestro país, las fuentes principales de ingresos son: los ingresos petroleros (por la vía de la exportación) y la recaudación fiscal, en este caso el ingreso que se obtiene porque los ciudadanos y las empresas pagan impuestos (IVA, ISLR, Débito Bancario, entre otros). 


Si nuestra industria petrolera no es eficiente y no genera suficientes ingresos, entonces, el Estado requiere del apoyo de los inversionistas, empresarios y comerciantes honestos para que le ayuden, básicamente en tres aspectos: (1) ofrecer bienes y servicios que no pueda ofrecer el Estado, (2) generar y amparar fuentes de empleos formales y (3) contribuir con el Estado aportando el pago de los impuestos que correspondan. Obviamente, estos inversionistas estarán dispuestos e interesados bajo garantías que cumplan la expectativa de obtener la mayor rentabilidad posible, según las opciones de negocios que se les presenten. Por su parte, los Gobernantes deben administrar bien los recursos para cumplir cabalmente con los siguientes compromisos: crear y mantener las infraestructuras (vialidad, hospitales, escuelas, universidades), garantizar los sistemas de seguridad pública y social, salud y educación; para lo cual, requieren absorber una parte importante de la masa trabajadora que se convierte en la gran nómina de la administración pública. He aquí la participación de los trabajadores públicos y privados, quienes con su esfuerzo físico y mental aportan valor a la producción de bienes y servicios que se ofertarán dentro de la economía del país. Los trabajadores estarán dispuestos a trabajar eficientemente, siempre y cuando la contraprestación de su esfuerzo sea retribuida con un sueldo digno cuyo poder adquisitivo les permita satisfacer tanto las necesidades básicas (comida, vestido, vivienda, salud) así como otras necesidades y, en el mejor de los casos que también les alcance para ahorrar.


Hasta aquí estos tres actores (Gobernantes, Empresarios y los Trabajadores) tienen un objetivo común "Generar riquezas y prosperar", pero ello no sería posible sin la participación de cuarto actor, “el pueblo”, cuyo rol protagónico, en este círculo virtuoso de la economía, es el de ser consumidores de los bienes y servicios producidos por los tres actores anteriores. Los consumidores contribuyen pagando impuestos por los productos y servicios que adquieren y las empresas son los intermediarios, quienes tienen la responsabilidad de pagar estos recursos al Estado que, a su vez, se revierten en el pueblo a través de los servicios que presta el Estado y los subsidios que se ofrecen al pueblo para apoyar a los más necesitados.


Dentro del marco de las medidas económicas recién implementadas, está la asignación del “Bono de la Independencia” de BsS. 600 (BsF. 60.000.000) el cual, tienen la intención de ayudar al pueblo a afrontar la pérdida del poder adquisitivo que ha supuesto las distorsiones del mercado derivadas del tipo de cambio paralelo. El caso es que, también los empresarios y comerciantes serán beneficiados por este bono, ya que toda esa masa monetaria, (que esperemos no sea producto de la creación de dinero inorgánico cuya consecuencia será más inflación), terminará siendo utilizada en la adquisición de bienes y servicios en los distintos establecimientos y comercios. De no haberse emitido este bono, muchas empresas no tendrían a quien venderle, salvo aquellas personas que reciben remesas de divisas de familiares y a quienes les viene bien los incrementos en el tipo de cambio paralelo.


Lo más importante es entender que, el pueblo beneficiado con este bono, en cada compra en la que se les entregue FACTURA FISCAL, retornará parte de ese recurso a las arcas del Estado en concepto de impuesto (IVA). Por el contrario, cuando un ciudadano compra mercancía a un "bachaquero", o a un "comerciante informal", el ingreso que ellos reciben no contribuye en nada al círculo virtuoso de la economía. De igual forma, cuando compramos productos importados estamos contribuyendo con la economía de otros países sacrificando nuestro aparato productivo, es decir, perjudicando a nuestras empresas nacionales y poniendo en riesgo la estabilidad laboral de los respectivos trabajadores.


Ruego a Dios para que nuestro país inicie un cambio profundo de conciencia, entendiendo que la mejor forma de progresar es aquella que genera prosperidad en todo su entorno, esto pasa por cambiar la cultural fiscal de los ciudadanos, por lo que debemos exigir que nos entreguen la factura fiscal en cada compra que realicemos. De esta manera estaremos contribuyen con el Estado para que los Gobernantes de turno, administrando de forma eficiente estos recursos, puedan reinvertirlo para el beneficio y progreso del pueblo venezolano.




AMM. 

Comentarios

LO MÁS VISTO

12. REFLEXIONES SOBRE EL PATERNALISMO DE NUESTRO GOBIERNO (12/09/2018)

CONSECUENCIAS DE LA SEUDO DOLARIZACIÓN EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA

QUE DIFÍCIL ES SER EMPRESARIO EN VENEZUELA

Presidente Nicolás Maduro Moros Asunto : CONSIDERACIONES SOBRE ALQUILERES DE INMUEBLES DE USO RESIDENCIAL Y COMERCIAL EN ÉPOCA DE PANDEMIA

LA GASOLINA ES EL MEJOR EJEMPLO DE LA LEY DE LA OFERTA Y LA DEMANDA