LOS PUEBLOS TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECEN?

 

"Los Pueblos tienen el gobierno que merecen" José de Maistre.

"El pueblo somos todos y cada uno de los que hacemos vida en nuestro país, independientemente del rol que desempeñemos en la sociedad, sin distinción de razas, género, religión, nivel económico y social".

Hoy terminé de entender y aceptar que vivimos en una realidad paralela que divide al pueblo venezolano.  En mi entorno veo muchas familias pasándola mal, padeciendo tantas calamidades que se me rompe el corazón al sentir su dolor, sólo con verlos; muchos de ellos en su desesperación ya agotaron su tolerancia y reaccionan de forma agresiva ante cualquier circunstancia negativa que se les presente. Pero me asombra ver otra cara de la moneda, me impresiona, pues les ves como sacan de la cartera dólares y realizan compras sin inmutarse por los precios.  Imagino que nuestros gobernantes están rodeados de esa parte del pueblo que no tiene necesidades y están felices porque sus problemas personales están resueltos sin importarles lo que está padeciendo el resto de personas en su entorno. Deseo un día, así como el cuento de la visita del fantasma de la navidad, les lleven a visitar  muchos hogares y puedan sentir el calvario y sufrimiento que están padeciendo; ojalá se conmuevan y en un acto de redención asuman el control y tomen las decisiones correctas para salvar al pueblo de la cruel realidad que estamos viviendo. 

Entonces, que está pasando? Cuál es la diferencia para que existan dos realidades paralelas?.  

Reflexionando sobre el tema,  llego a las siguientes conclusiones:  Los más afectados en esta historia son la gran mayoría de los funcionarios públicos (maestros, docentes universitarios, médicos, enfermeros, obreros, militares, policías, etc) y los pensionados del Seguro Social, pues ellos tienen un salario marginal que les alcanzará para comprar menos de 3 harina pan al mes. Algunos sobreviven con las remesas familiares pagando un alto costo pues se han desprendido del calor y amor de sus seres queridos. Otros pocos, son afortunados pues se insertaron en la economía informal, siendo este el negocio más rentable, pues las ganancias que se obtienen son libres de impuestos, no tienen que cumplir ninguna permisología, ni trámites legales, no tienes compromisos laborales, en fin no tienen dolores de cabeza; mientras que las pequeñas y medianas empresas formales deben estar al borde de la quiebra pues las ventas han mermado en igual proporción que la pérdida del poder adquisitivo del pueblo y, a pesar de ello están obligados a pagar impuestos y cumplir con las formalidades tributarias, además de que los costos operativos son tan elevados que hacen difícil mantenerse de pie. 

Entre estos dos mundos está esa parte del pueblo que está fuera del país y tienen el corazón arrugado pues su corazón se quedó en su patria con las familias que dejaron solas mientras ellos buscaban un mejor porvenir. Supongo que no les tocó vivir este karma en primera persona y deben vivir otro dolor al sentirse impotente por no poder hacer más que mandar recursos a sus familias. 

Lo cierto es que, en algún momento del tiempo, se abrieron las compuertas del infierno y muchos demonios salieron y se apoderaron de los corazones de tantas personas, haciendo que las fuerzas negativas alimenten el mal por donde pasan. Desde una perspectiva espiritual, estoy convencida, que estamos viviendo una batalla espiritual y DIOS, espera que hagamos uso de nuestro libre albedrío para escoger el camino del bien. Solo necesitamos despertar nuestras consciencias, aprender las lecciones de vida y abrir nuestros corazones para ser dignos de merecer las bendiciones de Dios que están por llegar.

Hace más de 22 años, el pueblo desesperado confió en quien otrora representó un cambio, una esperanza y ahora está en otras manos hacer algo para reivindicar los sueños no cumplidos. Ruego a DIOS ilumine las mentes y los corazones de todos los que, de una u otra forma, tienen la oportunidad de tomar decisiones que ayuden a nuestro país a salir adelante.